viernes, 28 de septiembre de 2007

La brigada del sombrero

Desde pequeño me he visto envuelto en una atmósfera de misterio, novelas de Agatha Christie, humo de pipa, coleccionables de crímenes sin resolver, historias policíacas y un montón de recortes de periódicos de la sección de sucesos.
Mi hermano guardaba e iba pegando recortes de periódico en un cuaderno hecho por él. Eran un montón de folios, entre los que se colaba alguna página con grandes letras de ordenador que servía como separador de secciones: detenciones y desaparecidos, casos curiosos, casos extranjeros, casos fanáticos, crímenes, violaciones, timos y suicidios. Juntaba los folios untando con cola los bordes, como se hacía en los libros antiguos, y luego los dejaba secar con un peso encima durante un par de días. Siempre tuvo claro que quería ser criminólogo, detective o policía, como Los intocables de Eliott Ness y o los de las peliculas de Alfred Hitchcock.

Por las noches me contaba historias desde la litera de arriba, me contaba el gran misterio que había entorno al caso de Jack el Destripador, que no se sabía con certeza quien fue realmente, pero por lo que él había leído creía que tenía que ser el médico de la familia real porque usaba el coche de caballos en las salidas nocturnas y los cortes que procuraba eran precisos, tenía que tener conocimientos de medicina.
Lo contaba de tal forma que conseguía que no me diera miedo.

Confieso que al final consiguió hacerme partícipe de su afición y me contagió durante algún tiempo su pasión por la investigación y los casos sin resolver, incluso llegue a plantearme ser investigador privado o policía. Llegué a escribir una novela policiaca y regalarla en el dia de la madre.

Mi vocación de pequeño ha sido ser agente secreto, ladrón de guante blanco, vampiro o asesino profesional, también quise ser, durante un tiempo después de ver la película, técnico de efectos especiales. Lo mas gracioso de todo es que aún me gustaría ser 007, Lupin III, León o El pequeño vampiro. Me cambiaría ahora mismo, sin ningún tipo de duda.


Mi hermano terminó el instituto y se metió en la Facultad de Derecho, dispuesto a perseguir su sueño. Allí paso cinco o seis años estudiando leyes y escuchando un montón de historias sobre juicios y sentencias. Al terminar el primer ciclo hizo las pruebas para inspector, pero estaba fuera de forma y suspendió. Durante el año que tenía que esperar a que salieran las nuevas oposiciones se puso a trabajar echando una mano a un amigo que estaba empezando una empresa. Llegó el momento de la segunda oposición y volvió a suspender, esta vez fue un examen. Y durante el tiempo que tenía que esperar a que saliera la nueva oposición continuó echando una mano a su amigo. Cuando cumplió el año y llego el momento de la verdad, la empresa había prosperado y la vocación se había esfumado.
Si había una cosa que yo tenía clara era su vocación. ¿Cómo podía haber cambiado tanto en dos años? Llevaba toda la vida pensando en ello y ahora la dejaba a un lado...

Su decisión me descolocó por completo y empecé a entender que hay que tener cuidado, el dinero y la estabilidad pueden acabar comprando los sueños.

3 comentarios:

Rita The Singer dijo...

Joé que no, macho, que voy a acabar la carrera!!!!!

Que te veo venir de lejos ¬¬'

Rita The Singer dijo...

Ahora el comment:

1.- Durante muuuuuuuuucho tiempo estuve enamorada de Lupin. Lo juro.

2.- Encima esta historia de inspector. Sabiendo que era lo que quería ser io :(((((

3.- Ay, tenía que hacer un trabajo del día de la madre e hice... una novela policíaca!!! Lo underground es que era calcada de una película de Manolo Escobar... XD

Coquí dijo...

Miketa... cada dia me conquistas mas... el ultimo parrafo hoy lo has coseguido con el ultimo parrafo. un besazo